Thursday, September 14, 2006

Pobre muchacha hermosa, apresurada...

Aunque no estaba nada mal, se estaba empezando a cansar de ser tan "apresurada", de ir siempre un pasito por delante de los demás, de no poder más que vivir lo que pasaría en los próximos veinte minutos. El hombre típico de la época en la que vivía le reñía por estar triste cuando había fiesta, pero es que ella estaba triste porque luego venía la despedida (en la cual se mostraba mucho más serena que los demás, ya que había pasado ese proceso minutos antes mientras todos reían). "No se puede contestar antes de oír la pregunta", le decían en clase, pero ella no lo entendía. Así vagaba por el mundo siempre dos metros por delante de su propia sombra.
Hasta que se cruzó con él. Y él lo vio todo en sus pequeños ojos negros.
Desde entonces suelen verse de vez en cuando. Corto siempre tan dispuesto a dejarlo todo por unos minutos con tal de escuchar el relato de un verano. Corto sonriendo y mirando a los ojos (siempre mirando a los ojos). Corto buscando en el recuerdo sentimientos parecidos...
Eran tan parecidos y tan diferentes. Ella era su "muchacha hermosa, apresurada". Él era su "Corto Maltés", a su estilo, por supuesto. Y las tardes de melancolía se reunían en aquella habitación y hablaban de todo. Entonces, de vez en cuando se oía un "click", y ambos sonreían. La habitación se llenaba de aquellos "clicks", no se podía oír otra cosa. Hablaban y hablaban hasta que el edificio quedaba a oscuras. Entonces se levantaban de sus sillas, se miraban a los ojos, y se daban cuenta de que habían creado una partitura de "clicks", de momentos de comprensión mutua que ayudan a seguir tirando del hilo. Los "clicks" eran lo que más le gustaba. Había aprendido a reconocerlos, a buscarlos y a saborearlos, y a esperarlos con paciencia. Así había curado esa parte de sí misma que tantos problemas le trajo en el pasado.
Corto sigue con su sonrisa, sigue en el mismo barco que siempre, y sueñan que algún día zarparán juntos hacia las costas de Italia y nunca nunca volverán.